miércoles, 11 de septiembre de 2013

HOME SWEET HOME



Con la ayuda de Lola, llegamos a esta hermosa casona. Como les conté antes, es una casa tipo queenslander, "vieja " por fuera y "nueva" por dentro. Pero la realidad es que por donde la mires es divina.
Tocamos la puerta en busca del dueño y nos atendió Craig, el administrador, que vive a dos casas de la nuestra. El tipo un divino y muy relajado. Entramos y nos encontramos con una pareja: Rob y Patricia. Rob pelirrojo e irlandes, Patricia con curly hair y española. Ellos se iban a mudar juntos, por ende, se liberaba un cuarto, el que hoy es nuestro. Recorrimos un poco la casa y no tuvimos ninguna duda de que esa era LA casa. Y así fue, a la semana ya estábamos instaladas ahi.

Como bien reflejan las fotos es una casa super amplia. Hay tres cuartos, en uno duerme Auri, el frances y en el otro Carl, el ingles. Y en el tercero compartimos una cama enorme con Cali. Sorprendentemente, y con la ayuda de Cali, cada día estoy mas ordenada. La ropa dobladita y la toalla colgada donde se debe después de cada ducha. Como ya nos adaptamos a los horarios de acá, a eso de las 9pm ya estamos encarando la cama. Nos preparamos un café y agarramos el pote de Nutella o una galletita TIM TAM y vemos Sex& The City o alguna buena película.

La gran atracción de la casa es nuestro baño. Piso damero y bañadera de época. Dan ganas de hacer cualquier cosa ahí adentro.
Los espacios en común que compartimos son un gran living con plasma para películas y playstation para quien desee. Pero la realidad es que no vemos tele. Eso es lo que mas me gusta de esta nueva vida. En buenos aires tenía tele en mi cuarto y por mas de querer evitarla, a la noche la prendía un rato antes de dormir y perdía el tiempo. Ahora los tiempos libres son para leer, para escuchar linda música, para editar y para dibujar. Y así uno de a poco se va encontrando mas con lo que le gusta y quiere.

Casi para terminar, la cocina. Es una cocina abierta lo cual es increíble al momento de cocinar porque te sentís acompañada por toda la casa. Nos encanta el momento de ponernos a cocinar, las recetas son casi siempre vegetarianas. Un poco por que queremos, otro poco porque nos gusta y otro poco porque las compras las hacemos en un mercado natural. Siempre suena algo divertido de fondo así que el momento se acompaña con buenos dancings. Nuestro tema preferido es "Eusebio y su banjo" de roots of chicha, gran banda de cumbia. Si te gusta la cumbia es obligatorio tener este grupo entre tus preferidos.


Y por último, y lo dejamos para lo último como hacemos con el mejor bocado de comida: el Deck/ terraza.
Hay una mesa gigante de madera con una vista a los techitos de las casas de atrás rodeadas de árboles. Ahí pasamos la mayor parte del día cuando lo tenemos libre. Sobre todo las sobremesas de desayuno o las tardes de birrita con amigos. Es glorioso.

Y aca viene la historia de convivir con roomates. Tuvimos suerte porque son unos personajes.

 Carl, ingles, bien ingles. Duda todos los días de si es o no alcohólico porque no puede pasar un día sin tomarse unas cuantas cervezas o una botella de vodka con coca. No come mucho, la única vez que lo vi comer fue un viernes a la madrugada que cuando llegue de trabajar lo encontré dormido en el sillón con unas milanesas de pollo en el horno. Que como justamente se quedo dormido de lo pasado que estaba, las desayuno la mañana siguiente. Esta saliendo con dos mujeres a la vez, Tania y Ursula. Una peor que la otra. Y claro, como es bastante vago no las saca mucho a pasear entonces siempre terminamos todos tomando algo con ellas, una diferente cada día para no juntar el ganado. Cuando se quedan a dormir, como las paredes son muy livianitas, tenemos show porno. En fin, lo queremos un montón. Vivimos un par de situaciones extremas y el siempre estuvo ahi para darnos una mano.

Auri, el francés. Todo un señorcito en el día pero a la noche dicen que se transforma. Todavía no lo vivimos transformado. Siempre tiene una sonrisa y buenos vinos para compartir. Con el no hay mucha historia porque en el mes que llevamos en la casa, gran parte de los días se fue a Francia de visita y después a Sydney a visitar a su fiance. Se casa el año que viene.

Y eso eso fue un poco de Home sweet Home. Lo más importante de todas estas historias es que logramos ese sentimiento que a veces cuesta alcanzar: la sensación de todos los días querer llegar a casa.

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